¿Cómo luchan los gestores de fraude en la industria de las telecomunicaciones a los estafadores?
Actualmente enfrentamos un brote global de COVID-19 con el consiguiente bloqueo, pánico y miedo en todo el mundo. Hemos seguido con atención los medios de comunicación para mantenernos actualizados sobre la situación. Si bien, de manera muy alentadora, más del 95% de la fuerza laboral ha comenzado a trabajar desde casa con una posible conectividad segura, los estafadores también han estado igualmente activos, buscando oportunidades para atacar a los suscriptores en todo el mundo. En el último mes, ha habido un fuerte aumento en la incidencia de IRSF, llamadas automáticas, estafas por SMS, fraude de ingeniería social, DDoS y ataques cibernéticos.
Los operadores y los clientes han estado enormemente tensos durante las últimas semanas. Necesitamos estar a la altura de las circunstancias para proteger sus intereses. Según lo vemos desde Subex, se pueden seguir los siguientes pasos para enfrentar los desafíos relacionados con el fraude de las telecomunicaciones:
- Conciencia del suscriptor: se debe lanzar un programa de concientización del suscriptor de inmediato para que los consumidores desconfíen de los diversos esquemas fraudulentos que surgen durante el período de pánico y miedo. Un caso puntual según lo informado por uno de los operadores asiáticos es que la semana pasada muchos suscriptores que habían instalado las aplicaciones de actualización en vivo COVID-19 en sus teléfonos recaudaron la friolera de $ 0.16 Mn porque no sabían que las aplicaciones también tomarían el estado del teléfono, incluida la función de lectura y escritura de SMS.
- Priorizar el monitoreo de alertas de fraude: el trabajo remoto tendría sus desafíos. Los equipos de gestión de fraudes deben priorizar las alertas, especialmente las que tendrían un mayor impacto en los suscriptores y actuar en consecuencia y fijarlas en prioridad.
- Acciones correctivas de causa raíz: la solución ideada para eliminar las causas de la actividad fraudulenta reducirá las probabilidades de su recurrencia. Por ejemplo, en la red, el rango de los números de destino de alto riesgo puede bloquearse por un corto período si se detecta un ataque de fraude IRSF.
- Comunicación y colaboración: debemos estar conectados digitalmente a todas las partes interesadas para que actúen con dureza en actividades fraudulentas en la red. El SLA con las partes interesadas puede ser refinado y ajustado adecuadamente para una acción más rápida. Este es uno de los elementos clave cuando todo el equipo trabaja de forma remota para respaldar las operaciones diarias.
- Actualizaciones periódicas sobre los patrones de fraude emergentes / recientes: visite con frecuencia los foros de fraude para estar al tanto de los patrones de fraude emergentes / recientes elaborados por los estafadores. Los delincuentes siempre están atentos a arruinar los procesos y sistemas para fines nefastos. Muchos operadores han informado un aumento en las llamadas automáticas, estafas por SMS y ciberataques durante este período.
- Realización de la gestión del fraude como parte del Plan de continuidad del negocio (BCP): es muy importante incorporar la gestión del fraude como parte del BCP de manera importante y garantizar que tengamos la máxima cobertura durante este período.
Según nuestros cálculos, los equipos de gestión de fraudes deberían estar más atentos y ágiles que nunca para enfrentar los nuevos desafíos del fraude de telecomunicaciones que se generalizaron durante este brote global de COVID-19. Los administradores de fraudes son superhéroes cuando se trata de generar confianza con los clientes.
¡Manténgase seguro y saludable!
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